El Real Decreto 235/2.013, de 5 de abril,  establece la obligación de poner en disposición de los compradores o usuarios de los edificios un certificado de eficiencia energética que deberá incluir información objetiva sobre la eficiencia energética de un edificio y valores de referencia tales como requisitos mínimos de eficiencia energética con el fin de que los propietarios o arrendatarios de edificio o de una unidad de éste puedan comparar y evaluar su eficiencia energética.